Fénix con la mira en el arco propio, pero también en el rival; Da Silva: “Es de los equipos más verticales”.
Jorge Da Silva no pensó mucho para responder sobre Fénix: "Va a ser un partido muy duro, lindo para la gente pues no es un rival que salga a especular, es de los equipos que proponen, y tiene muy buenos jugadores, que saben a lo que juegan y lo que quieren, porque vienen prácticamente vienen trabajando juntos desde hace por lo menos dos años".
Es más, "Polilla" fue aún más lejos y terminó siendo concluyente sobre el rival de Peñarol hoy en el Centenario: "Tiene delanteros rápidos, es uno de los equipos más ofensivos y verticales que hay en el fútbol uruguayo".
Puede haber matices en torno al grado de vocación ofensiva que tiene el cuadro de Capurro; pero, en el mismo momento que el entrenador aurinegro hablaba del próximo advesario, a kilómetros de distancia de Los Aromos, el técnico de Fénix le comentaba a un dirigente ducho, de los que ven prácticas, van a los vestuarios, y saben y entienden de lo que pasa adentro de la cancha: "Quédese tranquilo, que a nosotros cinco goles no nos hacen".
Interrogante.
No fue una proclama defensiva la de Rosario Martínez, sino sólo su reflexión acerca de lo que el dirigente le había dicho, tomando por referencia el partido que Peñarol jugó con Defensor Sporting: "Vamos a ver con qué Peñarol nos encontramos, si el de la primera media hora o el los 60 finales".
Más aún, de la charla luego surgiría que Fénix va a salir a jugar con al menos un par de "misiones especiales", y una de ellas será pensando en su arco, pero las otras buscarán le mejor forma de vulnerar la valla contraria.
Del cotejo de las palabras de Jorge Da Silva y Rosario Martínez surge, entonces, que Peñarol no la va a tener fácil; y que, quizá, va a enfrentar al rival más difícil de los que tuvo desde el comienzo del segundo tramo de la temporada.
Al fin y al cabo, los aurinegros también llegan con una "misión especial" para llevar a cabo: encontrarle la vuelta para vencer a un equipo que está invicto con un triunfo y dos empates, y que en el cruce del Torneo Apertura le iba ganando 1 a 0 y perdió con dos goles en los 7 finales.
No en vano Da Silva no reserva jugadores para el partido de la Copa el próximo martes: es que otra misión especial de Peñarol hoy es no pasar un mal trago.
LAS CLAVES.
1 - Cerebros.
El mediocampo, como en la mayoría de los partidos de la actualidad, será clave: el armado a partir de la salida de Costa, para Peñarol es muy importante; y la inteligencia de Ligüera, en Fénix es determinante.
2 - Laterales.
Hay indicios de que ambos buscarán taponear el medio de la cancha, pero después le van a apuntar a los dos laterales como forma preferencial de descargar sus intentos de llegar al arco contrario.
3 - Zagueros.
Pallas es un zaguero alto que gana en el juego aéreo en las dos áreas; por su parte, los centrales rivales trabajaron con normalidad recién el jueves pasado: detalles que pueden pesar en el trámite; ¿y en el resultado?
ATENTOS A...
Miguel Murillo.
El colombiano "explotó" en el partido pasado contra Defensor Sporting y la de hoy será una severa prueba de cuál es la proyección que puede tener esa actuación tan contundente como insinuante.
Martín Ligüera.
El hábil e inteligente volante ofensivo de los de Capurro tratará de capitalizar con su buen pie los puntos más vulnerables de la defensa contraria. En las pelotas quietas es letal con su pegada y Peñarol recibió goles de esa forma.
No habrá reencuentro.
El transfer no llegó y de ese modo, Estoyanoff no podrá hacer su debut esta noche como estaba planificado.
Hay dos que vuelven.
Palacios y Luque están nuevamente en el plantel luego de perderse los partidos ante Cristal y Defensor.
Ifrán se lo pierde.
El delantero quedó fuera de la convocatoria luego de haber sufrido un fuerte golpe en su cadera.
A un mes del estreno.
Falta un mes para la inauguración del Campeón del Siglo. El pasado jueves, realizaron la prueba de luces.
Ahora es uno atrás de otro.
Peñarol empieza hoy en el Centenario una seguidilla de seis partidos en 23 días, que pueden tener una incidencia fundamental, no sólo en el resultado de su participación en la Copa Libertadores, donde la apuesta aurinegra es pasar al menos la fase de grupos, sino también en el de la actuación del cuadro en el Torneo Clausura y, como consecuencia de ello, en el mismísimo desenlace del Campeonato Uruguayo.
Esta noche el rival es Fénix, que llega invicto, con una victoria y dos empates, y el próximo martes Huracán, detrás del cual vendrán Sud América y enseguida el Atlético Nacional colombiano.
Arrancar esa serie de compromisos en buena forma, para Peñarol es más que importante: se supone que determinante. Si vence a Fénix y confirma lo mostrado ante Defensor Sporting, el equipo aurinegro puede levantar vuelo y apuntar alto; si no, todo el panorama puede entreverarse. Se sabe: del cielo al infierno, hay sólo paso.
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